

Todo lo que sé decir es que fue la cosa más hermosa que he visto en mi vida. Desde el momento en que la vi, sentí paz en mi corazón. (ver artículo)
A los 7 años, levantó sus ojos y vió sobre la torre de la Iglesia de Santo Domingo, un trono resplandeciente en el cual estaba nuestro Señor, y a sus lados los apóstoles San Pedro, San Pablo y San Juan. (ver artículo)