La Iglesia, cada 1 de noviembre, nos invita a mirar al cielo, nuestra futura patria, para ver allí con San Juan, a esa turba magna, a esa muchedumbre incontable de Santos. (ver artículo)
Vivió rodeado de la Presencia de Jesús y María, pero también de Santos y Angeles, y de almas que buscaban su oración, para subir desde el Purgatorio al Cielo. (ver artículo)
La multitud respondió con una fervorosa aclamación, gritando que amaban a Jesús y que estaban dispuestos a seguirlo... Necesitamos una generación de jóvenes que abracen el anhelo de la santidad (ver artículo)