María tiene en esta manifestación una identificación clara con la orden de los Carmelitas y con San Simón Stock del Monte Carmelo, a quien la Virgen le entregó el escapulario. (ver artículo)
¡Felices las almas devotas del Espíritu Santo! Empiezan ya su cielo sobre la tierra, haciéndose acreedoras a gracias escogidas y recibiendo fuerzas especiales. (ver artículo)
Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas. (ver artículo)
"Deseo que durante estos nueve días encamines almas hasta el manantial de Mi misericordia, para que encuentren allí la fortaleza, toda aquella gracia que necesiten..." – Diario de Sor Faustina – (ver artículo)
"Querido San José, dame el don de la fortaleza. Enséñame que no hay adversidad que con Dios no se pueda alejar o cambiar..." Te invitamos a rezar esta novena. (ver artículo)
Pidamos, por intercesión del Divino Niño Jesús, las Gracias que más necesitamos para ser, cada día más, como Dios nos pide. Excelso Niño Jesús, no apartaras de mi tu amor.(ver artículo)
Ella, desde el momento en que fue concebida por sus padres, por gracia y privilegios únicos que Dios le concedió, fue preservada de toda mancha. (ver artículo)
La Santísima Virgen María se manifestó en Zaragoza, sobre una columna o pilar, signo visible de su presencia. Esta tradición encontró su expresión cultual en la misa y en el Oficio para toda España. (ver artículo)