

Los villancicos nos recuerdan la alegría del nacimiento de Cristo. Con el Nacimiento de Jesús se cumple la promesa de Dios al mundo de enviar a un Salvador.
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La gracia de Dios transforma nuestras vidas y nos llena de amor y fortaleza en aquellos momentos más duros de nuestras vidas. "No tengáis miedo" (San Juan Pablo II)
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