El grito de Dios
Cuando vemos el gesto de un hijo o una hija que nos sorprende con un signo de madurez, no podemos dejar de emocionarnos hasta las lágrimas mientras nuestro corazón exclama en un grito ¡ese es mi hijo! (ver artículo)
Esta devoción ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia, desde que se meditaba en el costado y el Corazón abierto de Jesús. (ver artículo)
"Tú que has iluminado lo íntimo de cada hombre con la luz de tu rostro, míranos y ten compasión de nosotros, de nuestra debilidad, de nuestra pobreza..."
Oh Señor de la belleza,
omnipotente creador de todas las cosas,
Tú que has plasmado las (ver artículo)