"Una flor sobre su tumba se marchita, una lágrima sobre su recuerdo se evapora. Una oración por su alma, la recibe Dios". (San Agustín) (ver artículo)
"Una flor sobre su tumba se marchita, una lágrima sobre su recuerdo se evapora. Una oración por su alma, la recibe Dios". (San Agustín)
Darle valor al dolor, a nuestros miedos y angustias, y hacer sonreír a Dios, es fundamentalmente hacerle un favor a nuestra alma, que purificada avanzará por esta vida con mayor sabiduría.
¡Oh María Santísima! Fuiste concebida sin pecado original. Veneramos, y nos alegramos de la solemne conmemoración de vuestro Nacimiento. Se reza del 30 de agosto al 7 de septiembre. (ver artículo)
Una oración de consuelo para pedir al Único que es capaz de hacer nuevas todas las cosas, Dios.
Virgen de los Desamparados, ruega por los que con fe acudimos a Ti, Santísima Madre, por siempre seas alabada y bendita. Pide por nosotros a tu bien amado y bendito Hijo. (ver artículo)
“Tu nombre, oh Madre de Dios, está lleno de gracias y bendiciones divinas. Invocar tu nombre siempre nos regala alguna gracia. (ver artículo)
Si mi unión con Jesús está firme y fundamentada en una confianza ciega en Él, mi esperanza crece y florece en la alegría de saberme hijo de Dios.
(ver artículo)