Una oración para cuando estamos agobiados y necesitamos consuelo

En la vida de todos hay momentos donde solo queda mirar al cielo y pedir a Dios su auxilio y consuelo. Recordar a Bartimeo y con él decir: «Jesús Hijo de David, ten compasión de mí», con la total confianza de que seremos escuchados.

Compartimos esta oración, escrita por Mauricio Montoya. La misma nació luego de un retiro espiritual que hizo y en el que reflexionó varios salmos. Trató de encontrar las palabras precisas para expresar aquella hermosa experiencia que tuvo y esto fue lo que logró.

Una oración de consuelo para pedir al Único que es capaz de hacer nuevas todas las cosas, que nos regale su auxilio, su fortaleza y su amor.

¿A quién he de ir Señor sino es a ti?
Cuando la tormenta de la enfermedad arrecia,
Cuando llega el temor a los fuertes vientos de la duda,
Cuando el corazón siente que necesita más fuerzas,
Cuando el dolor hace sucumbir en desesperación,
Cuando no sé qué más hacer,
Cuando la mirada se desvía de ti,

¿A quién iré?

Protégeme Señor, solo Tú eres mi auxilio,
Tú mi Creador, sáname,
Tú mi fortaleza, no me dejes tambalear,
Tú el sumo bien, no permitas que me olvide de hacer siempre el bien,
Tú que eres la roca, da firmeza a mi voluntad,
Tú el Dios vivo, enséñame a confiar.
Cuando lleguen los sinsabores de la vida, recuérdame que mi misión es ser sal,
Cuando no encuentre una sonrisa, permíteme ofrecer una,
Cuando todo esté absorbido por la oscuridad, auxíliame con tu luz.
Mi alma te busca, pues solo me bastas tú,
Ante el dolor, ven
Ante el temor, ven
Ante la tristeza, ven
Ante la falta de amor, ven
Ante la enfermedad, ven
Ven Señor y muéstrame el camino que debo de seguir.

Quiero ir a Ti, estoy cansado…
Dame tu mano, dame tus fuerzas, en ti quiero encontrar lo que siempre he buscado…
Quiero estar en ti, pues sin ti no encuentro consuelo,
Tómame Señor y no permitas que me pierda.
Señor, no olvides que soy tu pequeño,
Estoy dispuesto a que actúes en mí,
En ti, solo en ti puedo vivir,
Llévame contigo al lugar donde pueda contemplarte,
Solo quiero ver tu mirada fijamente,
Recordar que estás conmigo.

Aquí estoy Señor, mira mis pobres manos y haz de ellas lo que tu desees,
Solo tengo mis débiles fuerzas, pero sé que en ellas puedes actua
Solo tengo un corazón dispuesto a darse, tómalo Señor,
Toma este corazón…

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Fuente: Catholic-link