

La resurrección del alma es encontrar el amor de Dios, y es EL el que hace arrancar nuestros motores para poder volar majestuosos, entregados a Su Potencia Salvadora, hacia el Reino de Cristo. (ver artículo)
La tristeza, la decepción o las preocupaciones, usualmente nos arrebatan la paz y debilitan nuestro ánimo. (ver artículo)
Vivir en el mundo, sin ser del mundo, es nuestro desafío. engamos la fe que nos permita ver a Dios en todos los momentos de nuestra vida. (ver artículo)
Nuestra forma de preparar el corazón, para encontrarnos con Dios hecho un niño, es ponernos en oración y dejar que Él, con su presencia, ilumine nuestras vidas.
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Su conversión no fue fácil y ha supuesto su persecución y otros grandes sufrimientos. ¿Cómo consiguió su intenso amor a la Iglesia, a la cruz y al cielo?
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Los ojos del corazón nos dejan ver la necesidad de amor de los demás y de nosotros mismos; la belleza de Dios presente en la Creación que nos rodea.
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Leer la Sagrada Escritura es una de las cosas que los cristianos no podemos dejar de hacer. Alimentarnos de las palabras inspiradas por el mismo Dios, es fundamental para nuestra vida espiritual. Es Dios mismo el que nos habla a través de sus escritos.
San (ver artículo)