

Esta hermosa reflexión de San Agustín, sobre la muerte, nos puede ayudar a reflexión sobre este gran tema que siempre ha preocupado a la humanidad.
La muerte no es nada, sólo he pasado a la
habitación de al lado. Yo soy yo, ustedes
son ustedes. (ver artículo)
Ofrecer el sacrificio por el descanso de los difuntos (...) es una costumbre observada en el mundo entero. Por eso creemos que se trata de una costumbre enseñada por los mismos Apóstoles. En efecto, la Iglesia católica la observa en todas partes; y (ver artículo)
Aquel que canta alabanzas, no solo alaba, sino que también alaba con alegría; aquel que canta alabanzas también ama a quien le canta. (ver artículo)
Nacido en Tréveris, hacia el año 340, de una familia romana, hizo sus estudios en Roma, y comenzó una brillante carrera en Sirmio. El año 374, residiendo en Milán, fue elegido, de modo inesperado, obispo de la ciudad, y ordenado el 7 de diciembre. (ver artículo)