Darle valor al dolor, a nuestros miedos y angustias, y hacer sonreír a Dios, es fundamentalmente hacerle un favor a nuestra alma, que purificada avanzará por esta vida con mayor sabiduría. (ver artículo)
San José, el santo custodio de la Sagrada Familia y quien más cerca está de Jesús y de la Santísima de la Virgen María. ¡Qué perfecta unión existió en su ejemplar matrimonio con María! (ver artículo)
El abrazo que Dios nos regala aquí abajo, entre nosotros, es entonces un anticipo de los abrazos que Él mismo nos promete para cuando por Su Misericordia lleguemos a Su Presencia. (ver artículo)