Vivió rodeado de la Presencia de Jesús y María, pero también de Santos y Angeles, y de almas que buscaban su oración, para subir desde el Purgatorio al Cielo.Fiesta: 23 de septiembre (ver artículo)
			
Vivió rodeado de la Presencia de Jesús y María, pero también de Santos y Angeles, y de almas que buscaban su oración, para subir desde el Purgatorio al Cielo.
			
Deseó ardientemente acompañar al papa Sixto II en su martirio. Por la fe de Cristo superó el tormento del fuego, y el instrumento de su tortura se convirtió en distintivo de su triunfo (ver artículo)								
			
Nuestra Señora de los Angeles lleva cargado a Jesús en el brazo izquierdo, en el que graciosamente recoge los pliegues del manto que la cubre desde la cabeza. 
			
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que eres tú...
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío. (ver artículo)								
			
Oremos a Dios nuestro Padre, fuente de bondad y de misericordia, por medio de Jesucristo su Hijo, y así alimentar nuestra fe y nuestra esperanza en la vida eterna. (ver artículo)
			
Hay días en los que todo es carga. Pero Vos, oh Madre Admirable, hacéis todo fácil. Y sin embargo, no quitáis el sacrificio de nuestros caminos. ¡Oh María!, que vuestro ejemplo sea mi fuerza. (ver artículo)
			
Oh María, oh dulcísima, oh dueña mía!. Vengo a entregarte lo poco que poseo yo, pues sólo tuyo soy para que lo pongas en oblación ante el Trono de nuestro Señor.
			
«Aquéllos que proclamen mi gran Misericordia, Yo mismo los defenderé en la hora de la muerte como mi Gloria, aunque los pecados de las almas fuesen negros como la noche». -Gana la indulgencia- (ver artículo)								
			
"Deseo que durante estos nueve días encamines almas hasta el manantial de Mi misericordia, para que encuentren allí la fortaleza, toda aquella gracia que necesiten..." – Diario de Sor Faustina –  (ver artículo)								
			
El "Via Lucis", "Camino de Luz", destaca el triunfo de Jesús sobre la muerte. Es el camino de gloria y la alegría de Jesucristo Resucitado. Devoción de los Viernes