«Me puse de rodillas y le dije: `Me han dicho que eres madre. Si eres madre de todos, también eres mi madre... me tienes que ayudar a llegar a tu Hijo» (ver artículo)
Arráncale una sonrisa a Jesús, de ese Rostro que puede iluminar las noches de oscuridad de muchas almas, desesperadas y dolientes. Luz que surgirá de Sus Ojos y consolará los corazones que esperan. (ver artículo)
"Soy la Virgen de los Pobres... Crean en Mi, Yo Creeré en Ustedes". Doce días después que Nuestra Señora, habiendo mostrado su corazón de oro, le dijo "Adiós" a los niños de Bélgica. (ver artículo)
"Gritaba y maldecía", relató Carlo María Rossato, prior y rector del santuario de Monte Berico. "La presencia del maligno era evidente". (ver artículo)
En este mar apático se nada y se nada, buscando una isla donde aferrarse. Y esas islas aparecen, cuando cruzamos nuestro camino con alguien que ve a Dios en lo cotidiano. (ver artículo)
En 1696, el obispo de Quito, estaba enfermo y desahuciado y pidió al pueblo de Guápulo organizar una procesión del Rosario. Al salir, apareció una imagen de María apareció, formada por las nubes. (ver artículo)
Nora, al principio no entendió a su hermana Rosa tras regresar de Medjugorje. No creía que este lugar en Bosnia pudiera también cambiar su vida. (ver artículo)
La Virgen María promete que, a los que propaguen el rezo del rosario, recibirán asistencia en sus necesidades y protección y gracias abundantes. (ver artículo)