Honramos el Nombre de Jesús no porque creamos que existe un poder intrínseco escondido en las letras que lo componen, sino porque el nombre de Jesús nos recuerda todas las bendiciones que recibimos (ver artículo)
Cuando un parecer es honroso para la Virgen Santísima, y no está en pugna con las verdades de fe. Lo que se puede creer de las grandezas de la Virgen. (ver artículo)