Antonia Giusto creyó que era víctima de una alucinación pero al cabo de un instante, comprobó que el fenómeno era real y que crecía en intensidad.(ver artículo)
Antonia Giusto creyó que era víctima de una alucinación pero al cabo de un instante, comprobó que el fenómeno era real y que crecía en intensidad.