¡Escúchame! Soy tu Madre. Él me ha hecho tal. ¡Él! Tú tienes que obedecerme. Abre. Yo te amo... ¡Abre a tu pobre Madre este portón que nadie quiere abrirle!
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Lourdes es, en realidad, una de las más extraordinarias manifestaciones de la lucha de Nuestra Señora contra el demonio (ver artículo)