Sí, adoptar a un hijo es una decisión maravillosa y agradable a los ojos de Jesús. Una expresión del amor que un matrimonio es capaz de dar. (ver artículo)
En muchas ocasiones me pregunto qué siente Jesús en estos tiempos cuando nos mira a los cristianos, que somos Su pueblo nacido después de la Resurrección. (ver artículo)