Dios todopoderoso y eterno, que nos diste en san Pío de Pietrelcina un modelo insigne de oración, haz que nuestra vida transcurra en una constante y ferviente unión contigo... (ver artículo)
Virgen María Inmaculada, Madre de la Divina Providencia, protege mi alma con la plenitud de tu gracia; gobierna mi vida y dirígela por el camino de la virtud al cumplimiento de la voluntad divina. (ver artículo)
Señor mío, Cristo, yo que te veo en la Cruz clavado y veo en ella el peso de mis pecados. No puedo más que el contemplaros, amaros y abrazaros... (ver artículo)
Señor Jesús, en tu nombre y con el Poder de tu Sangre Preciosa, sellamos toda persona o hechos a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño. (ver artículo)
Queremos estar Contigo, oh Jesús, tú que perdonas al de corazón contrito y humillado. Felices la Virgen María, San José, y los reyes magos, al contemplarte. (ver artículo)