«Yo más te adoro», la canción que puede venir a nuestro rescate, cuando, a veces, el orar pierde sentido.
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De vuestros hijitos ¡oh Madre! escuchad la tierna plegaria y dadnos la paz Ave, ave, ave, María ¡Qué llena de encantos se ofrece María!...¡qué bella y qué pura en Cova de Iría! Ave, ave, ave, María (ver artículo)