Cuando confías y estás dispuesto a dar la vida

«Lost & Found» es un cortometraje publicado por «Short of the Week». Y lo primero que se me vino a la mente cuando lo veía, fue este famoso versículo de la Biblia que escuchamos con frecuencia: «No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos». Juan 15: 13

Esta es una pequeña reflexión para que pensemos si realmente estaríamos dispuestos a dar la vida por los que amamos. Muchas veces cuando nos vemos enfrentados a situaciones complicadas preferimos salir corriendo o lavarnos las manos.

Antes de empezar a ver este corto quisiera que pensaras en la persona que más amas y te preguntarás a ti mismo hasta dónde estarías dispuesto a ir por él o ella.

La importancia de ser incondicionales 

No solo en nuestras amistades, sino en todas las relaciones que construimos con los demás. En nuestro propio hogar, con nuestros hijos, padres o hermanos. En el trabajo, con nuestros compañeros de oficina. En el barrio, con nuestros vecinos. En nuestra relación de pareja, con la persona que amamos.

Ser incondicional es algo que podemos decir sin pensar. «Sí, cuenta conmigo cuando lo necesites», «sabes que puedes buscarme cuando quieras», «no dudes en acudir a mi para lo que sea». Frases que usualmente le decimos a los que queremos, pero que en realidad se ponen a prueba solo cuando la dificultad, los problemas, la tristeza, el dolor o la soledad son los protagonistas.

¿Eres incondicional con los tuyos?, ¿te gusta ayudar a otros? o por el contrario, ¿lo piensas más de una vez antes de ofrecerte a colaborar? Si hoy le preguntaran a tus amigos y familiares qué tan incondicional eres, ¿sabes qué responderían?

El amor haciendo de las suyas

Que lindo es poder socorrer a alguien sin titubear, sin detenerse a pensar. Cuando el amor nos desborda lo queremos dar todo, sin medida, sin interrupción. No importa si en el camino nos lastimamos o encontramos más tropiezos de los que habíamos pensado.

Cuando esto pasa percibimos el significado del dolor y el sacrificio de una manera diferente. El dolor se tiñe de luz, es casi dulce, porque sabemos que cada cosa que hacemos por salvar o ayudar a otra persona, traerá un bien mayor.

Me conmovió mucho esa imagen del dinosaurio en el aire, cuando en un último y desesperado intento se lanza con la esperanza de alcanzar a su pareja. Mientras lo hace lo pierde todo, literalmente todo, porque se deshace, no queda nada de él. Se va para siempre, pero quedan sus recuerdos, su alegría y esa increíble hazaña de amor con la que permanecerá siempre en el corazón de su amada.

Esos podríamos ser nosotros, entregándolo todo por los que amamos.Lanzándonos con ilusión y al mismo tiempo con incertidumbre, con amor total y con el anhelo de lograrlo, con la confianza y la fe de salvar al otro. Con la certeza de que el amor siempre será más grande que cualquier otra barrera.

Sin final feliz

Me gusta que este corto no tenga un final feliz. No porque no lo añore con el corazón, sino porque no todas las veces en nuestra vida logramos lo que queremos. Unas veces se pierde y otra veces se gana.

Ojalá seamos como ese último cordón de lana que logra entrar al agua, ojalá el corazón nos arda de amor y estemos dispuestos a entregarlo todo cuando alguien nos necesite. Ojalá otros se puedan aferrar a nuestro sacrificio para salvarse y para hacer lo mismo por alguien más, las veces que haga falta.

_____________________
Fuerte: Catholic-link