El abrazo que Dios nos regala aquí abajo, entre nosotros, es entonces un anticipo de los abrazos que Él mismo nos promete para cuando por Su Misericordia lleguemos a Su Presencia. (ver artículo)
Concédenos que los ruegos y méritos de santa Agueda ayuden a tantas almas que sufren afligidas en sus cuerpos el terrible mal del cáncer (ver artículo)
Oh Santo Defensor de nuestras
almas, haz que la esperanza y la
caridad de nuestro corazón
puedan brotar, para en ese canto la tierra y el Cielo colmar. (ver artículo)