La verdadera devoción a la Santísima Virgen puede expresarse interiormente de diversas maneras. Prácticas comunes y la práctica perfecta... (San Luis María Montfort) (ver artículo)
¡OH SEÑORA MÍA, Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti; y en prueba de mi amor de hijo te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón. (ver artículo)
Nuestro espíritu se fortalece porque sabe que ya viene la época linda, del brote verde y tierno de la obra nueva, de la satisfacción infinita, que a nada se puede comparar. (ver artículo)
Consagrándose a la labor de salvar a los jóvenes del maligno, fundó el Oratorio en Roma. Resplandeció por el amor al prójimo, la sencillez evangélica y su espíritu de alegría y servicio. (ver artículo)
San Juan María Vianney, aquél hombre de fe profunda que, a pesar de las dificultades, entregó al Señor su vida como párroco de Ars y consigo llevo a cuantos lo escuchaban y se confesaban con él. (ver artículo)
La santidad del padre Pio, comenzó a manifestarse en su infancia según narran historiadores y biógrafos. Modelaba en barro imágenes del nacimiento. (ver artículo)
Las apariciones de la Virgen se han hecho mucho más frecuentes en las últimas décadas. Son una cantidad increíble a lo largo de la historia. (ver artículo)
El amor de Dios es la fuente del entusiasmo de Ignacio por la salvación de las almas, por las que emprendió tantas y tan grandes cosas... (ver artículo)