Madre del emperador Constantino, que tuvo un interés singular en ayudar a los pobres y acudía a la iglesia piadosamente confundida entre los fieles. (ver artículo)
Clara, virgen de la Orden de los Eremitas de San Agustín, un crucifijo, 3 clavos, la corona de espinas y un látigo fueron encontrados en su corazón. (ver artículo)
Deseó ardientemente acompañar al papa Sixto II en su martirio. Por la fe de Cristo superó el tormento del fuego, y el instrumento de su tortura se convirtió en distintivo de su triunfo (ver artículo)
La Madre de Dios, en persona, le enseñó a Sto. Domingo a rezar el rosario en el año 1208 y le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe. (ver artículo)
San Cayetano de Thiene, presbítero, que en Nápoles, en la región de la Campania, se entregó piadosamente a obras de caridad, especialmente a favor de los aquejados de enfermedades (ver artículo)
San Juan María Vianney, aquél hombre de fe profunda que, a pesar de las dificultades, entregó al Señor su vida como párroco de Ars y consigo llevo a cuantos lo escuchaban y se confesaban con él. (ver artículo)
Alfonso, fundó la Congregación del Santísimo Redentor ¡Gracias por tu vida, por tu sueño, por tu horizonte de tan amplias miras! En nombre de los pobres abandonados. (ver artículo)