Un rayo golpeó la imagen de la Virgen del Rosario. La imagen estaba ennegrecida, aunque el Niño había quedado ileso. (ver artículo)
Un rayo golpeó la imagen de la Virgen del Rosario. La imagen estaba ennegrecida, aunque el Niño había quedado ileso. (ver artículo)
Un mercante español se topó con una tormenta y arrojó su carga por la borda. Todo se hundió, excepto una caja, la de la Virgen con el Niño.
La tormenta arrecia, por fuera y dentro de mí también, aquí mismo. Los golpes se suceden uno tras otro, es difícil de explicar lo difícil que es sentir que me has abandonado Señor. (ver artículo)