

(ver artículo)
¡Sagrados Corazón de Jesús y Corazón de María, sed la salvación mía! Te necesitamos y queremos que vivas con nosotros. (ver artículo)
Esta devoción ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia, desde que se meditaba en el costado y el Corazón abierto de Jesús. (ver artículo)
María, Madre de Jesús y nuestra, nos señala hoy su Inmaculado Corazón. Un corazón que arde de amor divino y nos remite de manera directa y misteriosa al Sagrado Corazón de Jesús. (ver artículo)