Jesús mío perdón y misericordia por los méritos de vuestras Santas Llagas. Padre Eterno, yo os ofrezco las llagas de nuestro Señor Jesucristo para curar las de nuestras almas... (ver artículo)
Jesús mío perdón y misericordia por los méritos de vuestras Santas Llagas. Padre Eterno, yo os ofrezco las llagas de nuestro Señor Jesucristo para curar las de nuestras almas... (ver artículo)
A mi alma la conmovió, de modo particular, el poner mi mano y tocar, una y otra vez, el agujero en la roca donde se introdujo el Madero de la Cruz del Señor.
Así, en Tu Mirada, Señor, veo reflejado mi anhelo de estar en Tus Brazos... Tú el que me ilumina y me saca de las angustias. En ti confío Señor.