Dirige a Dios cada uno de tus actos; ofréceselos y pídele que sea para Su honra y gloria.
Ofrécete a Dios cincuenta veces al día, y que sea con gran fervor y deseo de Dios.
En todas las cosas, observa la providencia de Dios y Su sabiduría, en todo, (ver artículo)
Algunos lo han calificado de loco y excéntrico, mientras que otros tantos hemos quedado impresionados por la valentía y firmeza de su mensaje de fe.
La misa es la forma de orar más conocida por la humanidad, pero no siempre funciona. A continuación aconsejamos algunas prácticas que pueden ayudar a que se siga con interés y devoción.
1: Comienza con una oración en silencio.
“Señor Jesucristo,
"Dios es testigo de que estoy profunda y sinceramente arrepentido. Pedir perdón es un acto de humildad, pues te reconoces radicalmente falible y responsable del mal causado a alguien".
El rosario es un medio para repasar los misterios de la vida de Jesús y María, mientras recibimos gracias muy especiales prometidas por la Virgen.