Sobre la devoción al Espíritu Santo – Audioreflexión

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Transcripción del audio

Un poco más con respecto a la devoción al Espíritu Santo. La devoción a nuestra querida Pequeña Árabe, o Marian de Belén, o Santa María de Jesús Crucificado. Ella tenía una tremenda devoción por el Espíritu Santo y el Señor no hacía más que confirmárselo a través de revelaciones.

Con respecto a esta oración, le dijo el Señor durante un éxtasis.

Si quieres buscarme conocerme y seguirme invoca la luz, al Espíritu Santo que iluminó a mis discípulos y que ilumina a todos los pueblos que lo invocan. En verdad os digo: Quien quiera que invoque al Espíritu Santo, me buscará, me hallará y tendrá la conciencia delicada como la flor del campo. Si es padre o madre de familia la paz reinará en su hogar y su corazón gozará de paz en este mundo y en el otro. No morirá en tinieblas, sino en paz. Es mi ardiente deseo que los sacerdotes digan una misa por mes, en honor al Espíritu Santo. Cualquiera que la diga o la oiga será honrado por el mismo Espíritu Santo. Tendrá luz, tendrá paz, curará a los enfermos, despertará a los que duermen.

Espíritu Santo (ft img)

Otra cosa que quería decir es que nuestra querida Arabita adaptaba esta oración. Ella la recomendaba siempre y cuando le daban estampas para que escribiera una oración en el anverso de la estampa. Por ejemplo ponía:

Espíritu Santo, inspíranos. Amor de Dios, consúmenos. Al verdadero camino, condúcenos.

También adaptaba la oración a los países. Y en nuestro caso, con toda la situación que vivimos en la Argentina, con respecto al tema del aborto, sería muy sano hacer esta oración adaptada:

Espíritu Santo inspira a Argentina.
Amor de Dios consume a la Argentina.
Al verdadero camino, conduce a la Argentina.
María, Madre mía, mira a la Argentina.
Con Jesús, bendice a la Argentina.
De todo mal, de toda ilusión y de todo peligro,
preserva a la Argentina. Amén.
(Oración adaptada.)

Esta oración adaptada es de una oración que ella dice en Francia, desde su convento carmelita.

No olvidemos que la Misión tiene una hermosa oración al Espíritu Santo:

Ven Espíritu Santo, ven.
Por medio de la poderosa intercesión
del Corazón Inmaculado de María,
tu amadísima Esposa, ven.

No olvidemos que el Espíritu Santo es eje y corazón. Y que nuestra principal devoción, el Rosario a la Santísima Trinidad, tiene un eje muy fuerte en Jesús, en el Padre y en el Espíritu Santo. De modo que la Misión está llena de la invocación al Espíritu Santo, como Jesús, como el Padre y como el propio Espíritu Santo le pedían a Santa María de Jesús Crucificado.

Que Dios los bendiga en este día.