Oración de la entrega

PreguntaDos preguntas son fundamentales en nuestra vida: ¿Dónde estás? y ¿Quién eres?

¿Dónde estás? Preguntó Dios a Adan y Eva, cuando ellos pecaron, porque se habían escondido de Él, no capaces ya de enfrentar Su Presencia por vergüenza y miedo. Del mismo modo, nos alejamos de la fuente de la Verdadera Felicidad, que es Dios, buscando una infelicidad creciente en las cosas del mundo, en sueños que nos alejan de Él de tal modo, que una vez más Él nos debe preguntar: ¿Dónde estás?

¿Quién eres? nos pregunta Dios, porque hemos construido un personaje que no es ya el ser excepcional que Dios hizo de nosotros. Él nos hizo a Su imagen y semejanza, pero nosotros nos empeñamos en actuar de tal modo que ni siquiera somos ya nosotros mismos. Dios mismo nos pregunta entonces: ¿Quién eres?

Esta oración nos ayuda a centrarnos, a responder estas dos preguntas, y si la hacemos repetidamente y con devoción, haremos que Dios nos ayude a volver a Casa, a Su Presencia.

El Padre Keating nos enseña sobre la importancia de la oración contemplativa, en particular (como él la llama) la “Oración centradora”, la que nos vuelve a nuestro centro, a nuestro eje, al equilibrio, esto es, a Dios.

Oración de la entrega

Señor, aquí estoy, en Tu Presencia
No permitas que nunca olvide que soy tu esclavo, tu servidor
y que Tu eres mi Rey, mi Dios, mi Señor, mi Salvador

Maestro Bueno, ayudame a llevar la cruz
porque el camino es largo, la cruz dobla mi espalda y nubla mi mirada
y me hace dificil encontrar el camino de regreso a Casa.

Tarde comprendo que sin Ti nada puedo
y por eso hoy te pido que esto que hoy pones frente a mi
lo hagas Tú, en mi lugar

Y en cuanto a mi, hazme simplemente un buen instrumento de Tu Amor
para que pueda cumplir así Tu Divina Voluntad.

Amén