Entendió que Dios le decía: "Yo te amo como eres, bueno y malo". Y se desesperaba por conocer más a Dios.
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Las reliquias, una capa pluvial y un guante del Padre Pío con restos de su sangre, han sido veneradas por miles de católicos. (ver artículo)
Vemos a Cristo en los enfermos y en los que sufren. Le vemos en los refugiados. El Evangelio dice: “tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber…” (ver artículo)