Un alma que Dios crea es algo que, en sus últimas circunstancias, sólo Él puede apagar, del modo que Su Voluntad disponga. Debemos saber vivir del lado de la luz, del lado de Dios. (ver artículo)
El miró a Su Madre como Hombre, y con una sonrisa aceptó el ruego de cambiar Su Voluntad, sabiendo que nada que Ella pidiera podría estar mal. (ver artículo)
Señor, sé que el precipicio está siempre demasiado cerca de mí. No permitas que escuche las voces que me sugieren hacer de Ti algo más; sabiendo que en ti está la salvación. (ver artículo)
Jesús, paciente y silencioso, deja que nuestra alma sane y cicatrice. El cura nuestras heridas, disuelve nuestros recuerdos dolorosos y abre caminos de esperanza. (ver artículo)
Nunca se llega al pecado sin haber antes perdido la batalla frente a la tentación. ¡Sepamos reconocerla, y apartemos a nuestra alma de ella! (ver artículo)
Y tú, ¿a quién te quieres parecer? Acaso a algún personaje famoso... ¿Quieres imitar a Aquél que caminaba por las calles serpenteantes de Jerusalén? (ver artículo)
La lucha interior contra el verdadero enemigo, nuestra propia tentación, debe ser el principal campo de batalla del esfuerzo cotidiano en defensa del bien. (ver artículo)
¿Cómo trabajas tus talentos? ¡Cuida y multiplica los talentos que el Señor te ha dado y te da día a día, llegará la hora de rendir cuentas por ello! #Dones (ver artículo)
La tormenta arrecia, por fuera y dentro de mí también, aquí mismo. Los golpes se suceden uno tras otro, es difícil de explicar lo difícil que es sentir que me has abandonado Señor. (ver artículo)