Mi Cristo roto

«Alabado seas, mi Señor», cantaba san Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común -nuestro planeta- es también como una hermana. (ver artículo)
Los testimonios o reflexiones publicados en esta sección son responsabilidad de quien los firma. Al publicarlos www.reinadelcielo.org no está emitiendo ninguna opinión sobre la veracidad de lo dicho, sino que sólo ha entendido que sus contenidos no (ver artículo)
En más de una ocasión recurrimos a diferentes formas de oración, según la necesidad que tenemos. A veces agradecemos, otras pedimos fervientemente, y todas nuestras plegarias son oídas, sin duda, por Dios. Al mismo tiempo, hay momentos en los que (ver artículo)
Lo publicado en esta entrada es responsabilidad de quien lo firma. Al publicarlos www.reinadelcielo.org no está emitiendo ninguna opinión sobre la veracidad de los dichos, sino que sólo ha entendido que sus contenidos no contienen nada que atente contra (ver artículo)
Lo publicado en esta entrada es responsabilidad de quien lo firma. Al publicarlos www.reinadelcielo.org no está emitiendo ninguna opinión sobre la veracidad de los dichos, sino que sólo ha entendido que sus contenidos no contienen nada que atente contra (ver artículo)
Lo publicado en esta entrada es responsabilidad de quien lo firma. Al publicarlos www.reinadelcielo.org no está emitiendo ninguna opinión sobre la veracidad de los dichos, sino que sólo ha entendido que sus contenidos no contienen nada que atente contra (ver artículo)
Lo publicado en esta entrada es responsabilidad de quien lo firma. Al publicarlos www.reinadelcielo.org no está emitiendo ninguna opinión sobre la veracidad de los dichos, sino que sólo ha entendido que sus contenidos no contienen nada que atente contra (ver artículo)
La aparicion de la Virgen en San Sebastian de Garabandal se vincula a Fatima, porque alli dijo la Virgen a los pastorcitos: "Adios, hasta San Sebastian en España"
Conchita Gonzales es la vidente más relevante de Garabandal, y su diario nos permite (ver artículo)
Finalmente puedo entregar en las manos de los lectores el pequeño libro desde hace largo tiempo prometido sobre los relatos de la infancia de Jesús. No se trata de un tercer volumen, sino de una especie de pequeña “sala de ingreso” a los dos precedentes (ver artículo)