Nunca llegaremos a comprender que una oración, pequeña o grande, dada en favor de las almas sufrientes, se la damos directamente a Dios. (ver artículo)
“Léeme o Laméntalo”, sobre las Almas del Purgatorio

Ayúdame, Señor, a comprender a mis hijos, a escuchar pacientemente lo que quieren decirme y a responderles todas sus preguntas con amabilidad. Evita que los interrumpa, que les dispute o contradiga. (ver artículo)