Jesús confió a Sor Faustina algunas enseñanzas

Es “El Lloroncito”, porque cuando Santa Teresa de Ávila dejaba el Convento de Toledo, el rostro del Niño Jesús se transformó con un puchero y lloraba. (ver artículo)
¡Florecita de Jesús! Por el empeño grande que pusiste en "pasar por la Tierra haciendo bien", dadme fuerza para cumplir con mi deber, y concededme la gracia que en esta novena le pido al Señor. Amén. (ver artículo)