La formula es entonces simple, es una sociedad perfecta: la parte humana se esfuerza, y abre las puertas a la Gracia que Dios derrama abundantemente sobre el alma que trabaja. (ver artículo)
La formula es entonces simple, es una sociedad perfecta: la parte humana se esfuerza, y abre las puertas a la Gracia que Dios derrama abundantemente sobre el alma que trabaja. (ver artículo)
Nick no tiene manos ni pies, pero su corazón es un incendio de amor que no radica en lo natural, si no en la fe en Cristo y el sentido que el Evangelio y la Cruz dan al dolor. (ver artículo)
Oración
María Puerta del Cielo
Madre mía
Puerta del Cielo
Paso perfecto que nos conduce a Jesús
Sendero luminoso que protege mi caminar
Déjame acercarme a ti con paso confiado
Ilumínate para que pueda verte en lo oscuro
Déjame extender (ver artículo)
La Santísima Virgen nos dice que con el Santo Rosario nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación de muchas almas. (ver artículo)
Nosotros nos alegramos en ti, tú eres nuestra defensa ante Dios. Extiende tu mano invencible y aplasta a nuestros enemigos. Manda a tus siervos el socorro del Cielo. (ver artículo)
Lo peor que me ha pasado es lo mejor que me ha pasado. Es mi enfermedad, mi derrame, porque he aprendido tanto. Los milagros existen y acá se ve claramente porque aquí estoy. (ver artículo)
San Valentín era un sacerdote que hacia el siglo III ejercía en Roma. Gobernaba el emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, porque en su opinión los solteros sin familia eran mejores soldados, (ver artículo)
Si la película "Dios no está muerto” (God’s not dead) te gustó, esta nueva historia será un renovado testimonio de que Dios sigue vivo. (ver artículo)
Esa cadenita con la Virgen yo se la robé y la vendí. Luego mi madre llegó con la cadena se postró y llorando me narró el porqué era tan importante esa medallita.
Nos encontraremos anhelando y pidiendo lo mejor en nuestras vidas a Dios, aún sin recibir lo pedido. Aguardamos valientemente la voluntad de Dios.