Temor de Dios
Temo, Señor, perder Tu amistad
Temo, Señor, no ser motivo de Tu alegria
Temo, Señor, no ser una oveja de Tu rebaño
Temo, Señor, no honrar el Baustismo que me diste como don inmerecido
Temo, Señor, no sentirte Vivo en Santisimo (ver artículo)
En 1951 el teólogo ortodoxo ruso V. Iljin escribía así su comprensión de la Inmaculada Concepción: “María es el Corazón de la Iglesia. En la confesión de su pureza radical y original, es decir de su indivisibilidad, de su “tsélomoudriia”
La Virgen se apareció a los indios en una cueva, prometiéndoles librarlos de los peligrosos osos que devoraban a los niños.
«En tus acciones ten presente tu final, y así jamás cometerás pecado». (Eclesiástico 7, 36). Testimonio del padre Aldo Trento.
Historias breves que permiten adentrarse en el propio conocimiento de nuestro mundo interior y guiarnos en el día a día de nuestra vida junto a Dios.
¡Qué importantes son los abuelos en la vida de la familia, para comunicar el patrimonio de humanidad y de fe esencial para toda sociedad! (ver video)
Aquella peregrinación le cambió totalmente. En su encuentro con la Virgen pudo ver los efectos del mal y otra serie de “casualidades”.
Entendió que Dios le decía: "Yo te amo como eres, bueno y malo". Y se desesperaba por conocer más a Dios.
Santa Hildegarda de Bigen propone la curación del ser humano en su totalidad: espiritual, cósmico, psíquico y corporal.
La lectura busca la dulzura de la vida bienaventurada, la meditación la encuentra, la oración la pide, la contemplación la saborea. La lectura es como un manjar que uno se lleva a la boca.