
Amad铆simo Padre,
que con paternal providencia
nos has enviado a tu Hijo
como Salud para el mundo,
el cual san贸 a los enfermos
que se acercaron a 脡l con fe,
danos el Don de tu Esp铆ritu Santo
que abra nuestros corazones
a la sanaci贸n que necesitamos
en estos momentos de epidemia,
a fin de que,
por la intercesi贸n de san Roque,
quien al morir fue convertido
en intercesor contra las epidemias,
puedan curarse los infectados,
seamos protegidos de ella nosotros,
as铆 como los sanitarios y
familiares que los asisten,
y todos sepamos aprovechar
estas circunstancias
para la purificaci贸n de nuestras culpas,
de forma que, con salud de esp铆ritu y cuerpo,
te alabemos y perpetuamente te sirvamos.
Am茅n.