Devoción a las Santas Llagas, de María Marta Chambon

Francisca Chambon nació de una modesta pero cristiana familia de agricultores, en la aldea de la Cruz Roja, cerca de Chambery, Francia, el 24 de Mayo de 1854.

El mismo día recibió el santo Bautismo en la iglesia parroquial de San Pedro de Lemenc.

Quiso nuestro Señor revelarse desde temprano a esta alma inocente, Apenas tenía Francisca nueve años, cuando habiéndola llevado su tía un Viernes Santo a la adoración de la Cruz, Cristo se presentó a sus miradas desgarrado, ensangrentado como en el Calvario. “Oh, en qué estado estaba”… dirá ella más tarde, Esta fue una primera revelación de la Pasión del Salvador que debía ocupar tanto lugar en su existencia. Pero la aurora de su vida aparece favorecida sobre todo por las visitas de Jesús Niño.

El día de su Primera Comunión, vino a ella visiblemente; y desde entonces, en cada una de sus comuniones, hasta su muerte, siempre verá al Niño Jesús en la santa Hostia.

Llega a ser el inseparable Compañero de su juventud; la sigue en el trabajo, a los campos, conversa con ella durante el camino: “Estábamos siempre juntos…qué feliz era yo, tenía el Paraíso dentro del corazón” decía hacia el final de su vida hablando de esos lejanos, y dulces recuerdos.

Cuando la Visitación de Santa maría de Chambery le abrió sus puertas, Francisca tenía diez y ocho años. Dos años más tarde, en la fiesta de Nuestra Señora de los Ángeles, el 2 de agosto de 1864, pronunció los santos votos y comenzó a contarse- bajo el nombre de Sor María Marta- en el número de las religiosas de velo blanco.

“Jesús mío perdón y misericordia por los méritos de vuestras Santas Llagas. Padre Eterno, yo os ofrezco las llagas de nuestro Señor Jesucristo para curar las de nuestras almas.”

Gustaba de repetir estas invocaciones que, estando aun ella viva, la Comunidad adoptó a ejemplo suyo. En el ofrecimiento de las Santas Llagas estaba concentrado todo su apostolado a favor de las Santa Iglesia, de los pecadores, de las almas del Purgatorio, etc. Después de su muerte, estas invocaciones que le fueron tan queridas, se propagaron en el mundo entero de una manera muy rápida, y numerosos favores espirituales y temporales, se han obtenido por este medio.

Las santas Llagas de Nuestro Señor son la llave del Paraíso, siempre se abre con estas divinas Llagas y para quien sea. Es una moneda a la cual nada puede rehusar el Eterno Padre. Acepta la súplica como venida de Nuestro Señor. Ofrecer al Eterno Padre las llagas de su Divino Hijo, es ofrecerle su Gloria, es ofrecer el Cielo al Cielo. Las Llagas de Jesús son los tesoros del cielo y de la tierra. Cuando ofrecemos el mérito de las Santas Llagas por todas las creaturas, Dios derrama sus méritos sobre cada una. En el Crucifijo está todo, todos tienen allí con qué saciarse, hay para todas las almas. La ciencia del amor de Dios, se da al alma que mira al crucificado y le habla de corazón a Corazón.

La Santísima Virgen vino también a confirmar en su camino a la joven hermana en un día de la Visitación, acompañada de los Santos Fundadores y de Nuestra Santa Hermana Margarita María: “Yo doy mi Fruto a la Visitación, como lo llevé a mi prima Isabel -le dijo con bondad. Tu Santo Fundador reprodujo los trabajos, la mansedumbre y la humildad de mi Hijo; tu Santa Madre Juana Francisca mi generosidad, al superar todos los obstáculos para unirse a Jesús y hacer su santa Voluntad; tu bienaventurada hermana Margarita María recibió al Sagrado Corazón de mi Hijo para darlo al mundo…Y a ti hija mía, se te elige para detener la justicia de Dios haciendo valer los méritos de la Pasión y de las Santas Llagas de mi Unigénito y muy amado Hijo Jesús.”

En 1922 la Autoridad eclesiástica comenzó a publicar la vida de la Sierva de Dios y el mensaje de las Santas Llagas.

“Jesús mío, perdón y misericordia por los méritos de tus santas Llagas.”

Jesús en la cruz 2

Rosario de las Santas Llagas

(Se reza con un rosario común)

1.-Hacemos la señal de la Cruz.

2.- Rezamos el Acto de Contrición (pedimos perdón por nuestros pecados y por los del mundo)

3.-Sobre la Cruz y en las tres primeras cuentas decimos:

– Oh! Jesús, Redentor Divino, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

– Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. Amén.

– Perdón y misericordia, Jesús mío en los peligros presentes, cúbrenos con tu preciosísima Sangre. Amén.

– Padre Eterno, ten misericordia por la Sangre de tu querido Hijo, ten misericordia de nosotros, te lo suplicamos. Amén

Enunciamos la llaga que corresponda:
(rezamos diez veces)

*Jesús mío, perdón y misericordia

R/.Por los meritos de tus santas llagas.

(después de cada llaga rezamos una vez):

*Padre eterno yo te ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo.

R/.Para curar las de nuestras almas.

Llagas de los pies:
Señor mío Crucificado, adoro las sagradas Llagas de tus pies. Por el dolor que en ellas sufriste y por la Sangre que derramaste, concédeme la gracia de evitar el pecado y de seguir constantemente, hasta el fin de mi vida, el camino de las virtudes cristianas.

Llaga del Sagrado Costado:
Señor mío Crucificado, adoro la Llaga de tu Sagrado Costado. Por la Sangre que de ella derramaste, te ruego enciendas en mi corazón el fuego de tu divino amor y me concedas la gracia de amarte por toda la eternidad.

Llaga de la mano izquierda:
Señor mío Crucificado, adoro la Llaga sagrada de tu mano izquierda. Por el dolor que sufriste y la Sangre que derramaste, te ruego que no me encuentre a tu izquierda con los condenados en el día del juicio final.

Llaga de la mano derecha:
Señor mío Crucificado, adoro la Llaga sagrada de tu mano derecha. Por el dolor que en ella sufriste y la Sangre que derramaste, te ruego que me bendigas y me conduzcas a la vida eterna.

Llagas de la cabeza:
Señor mío Crucificado, adoro las Llagas de tu santa cabeza. Por el dolor que en ellas sufriste y por la Sangre que derramaste, te ruego me concedas constancia en servirte a Ti y a los demás.

Al terminar el rosario se dice tres veces:

Eterno Padre, yo te ofrezco las Llagas de nuestro Señor Jesucristo, para curar las llagas de nuestras almas.
Crucifixión

Promesas que nuestro Señor se dignó hacer a sor María Marta a favor de las almas que recen estas invocaciones.

“El camino de mis Llagas es tan sencillo y fácil para ir al cielo”.

“Deseo las súplicas de ustedes”

“Todas las palabras que se dicen con motivo de mis Santas Llagas me causan placer, un placer indecible… ¡las cuento todas!…”

“Con mis Llagas ganan mucho y sin fatiga”.

De mis Llagas salen frutos de santidad”.

“Concederé todo cuanto me pidan con la invocación de mis Santas Llagas”.

Todo lo obtendrán por mis Llagas, porque es el mérito de mi Sangre, que es de un valor infinito”.

“Con mis Llagas y mi Corazón pueden conseguirlo todo”.

“El que esté necesitado que venga con fe y confianza, que saque constantemente del tesoro de mi Pasión y de los agujeros de mis Llagas”.

“Debes repetir con frecuencia cerca de los enfermos esta invocación: Jesús mío, perdón y misericordia, por los méritos de tus Santas Llagas. Esta oración aliviará a su alma y a su cuerpo. Muchas personas experimentarán la eficacia de esta aspiración”.

“El pecador que dijese la oración siguiente: Eterno Padre, yo te ofrezco las Llagas de nuestro Señor Jesucristo, para curar las llagas de nuestras almas, obtendrá su conversión”.

“Ofréceme a menudo estas dos jaculatorias que te he enseñado, para ganarme pecadores, porque tengo ‘hambre’ de almas”.

“Mis Santas Llagas son un bálsamo reconfortante en el sufrimiento”.

“Mis Llagas curarán las vuestras”. “No habrá muerte para el alma que espere en mis Llagas; ellas dan la verdadera vida”.

“Las Santas Llagas tienen un poder maravilloso para la conversión de los pecadores”.

“Por mis Llagas pueden desarmar mi justicia”.

“Mis Llagas cubrirán todas vuestras faltas”. “Deseo que los sacerdotes den estas aspiraciones de mis Llagas, con frecuencia a sus penitentes en el Santo Tribunal”.

“Mis Llagas los salvarán a ustedes infaliblemente. Ellas salvarán el mundo”.

“La oración a las Santas Llagas lo comprende todo”.

“El alma que durante su vida ha honrado y aplicado las Llagas de nuestro Señor Jesucristo, y las ha ofrecido al Padre Eterno por las almas del Purgatorio, será acompañada en el momento de la muerte por la Santísima Virgen y los ángeles. Nuestro Señor en la Cruz, resplandeciente de gloria, la recibirá y la coronará”.

“Hija mía, cada vez que ustedes ofrecen a mi Padre los méritos de mis divinas Llagas, adquieren una fortuna inmensa”.

“Por mis Santas Llagas pueden merecer y obtener lo que sea conveniente para todas sus necesidades, sin detallarlas”.

“Las Santas Llagas dan valor a todo”.

“Los que honren mis Llagas tendrán un verdadero conocimiento de Jesucristo”.

“Las almas que oran con humildad y meditan mi Pasión, tendrán una participación en la Gloria de mis divinas Llagas, recibirán una hermosura y una gloria deslumbradora”.

“Así como hay un ejército levantado para el mal, hay también un ejército levantado por Mí”.

“Con estas invocaciones son más poderosos que un ejército para detener a mis enemigos”.

“Muchos experimentarán la eficacia de esta aspiración: Jesús mío, perdón y misericordia, por los méritos de tus Santas Llagas”.

“Las Santas Llagas satisfacen y aseguran el adelanto espiritual”.

“El poder está en mis Llagas, con ellas se hacen poderosos”.

“Las Santas Llagas son el tesoro de los tesoros para las almas del purgatorio”.

“Cada vez que miren al divino Crucificado con un corazón puro, obtendrán la libertad de cinco almas del purgatorio: una en cada fuente (cada Llaga de las manos, pies y el costado). Obtendrán también, si el corazón de vosotros es puro y desprendido, el mismo favor en cada estación del Via Crucis, por los méritos de cada una de mis Llagas”.

“La riqueza de vosotros es mi Santa Pasión”.

“Las Santas Llagas dan omnipotencia sobre Dios”.

“En verdad esta oración no es de la tierra sino del cielo… y puede obtenerlo todo”.

“Mis Santas Llagas sostienen el mundo. Pídanme la gracia de amarlas constantemente, porque son fuente de todas las gracias. Hay que invocarlas con frecuencia y atraer al prójimo para imprimir la devoción en las almas”.

“Cuando tengan penas que soportar, llévenlas prontamente a mis Llagas y serán mitigadas”.

“Por cada palabra que pronuncian del rosario de las Llagas, yo dejo caer una gota de mi Sangre sobre el alma de un pecador”

“Es necesario propagar esta devoción”.