Manejemos con delicadeza nuestras vidas, para llegar a destino con la valiosa carga a salvo, nuestra propia alma y las de aquellos que nos han sido confiados...
(ver artículo)
(ver artículo)
Dios, en Su infinito amor, nos regala momentos parecidos a lo que ocurrió en el Monte Tabor. No nos quedemos allí, bajemos y vayamos al mundo a dar testimonio de Su amor. (ver artículo)
Niños maltratados, golpeados, sometidos a sufrimientos morales y físicos de toda clase, que crecen creyendo que así es la vida, desconocedores de toda cosa que no sea el sufrimiento. Algunos abusados sexualmente por sus propios padres, hermanos o vecinos, (ver artículo)