Todos me rogaban que no la viera, porque ya llevaba tres dias en el agua, y yo les dije: ¡Tengo que verla! Eso ya no es ella, es sólo su carcaza. ¡Ella ya está radiante con Dios!(ver artículo)
Todos me rogaban que no la viera, porque ya llevaba tres dias en el agua, y yo les dije: ¡Tengo que verla! Eso ya no es ella, es sólo su carcaza. ¡Ella ya está radiante con Dios!