Tarde te amé, Oh Belleza siempre antigua, siempre nueva. Tarde te amé. Te he conocido, y he tenido hambre y sed de Ti. Tú me has tocado, y he sido encendido por tu paz. (San Agustín) (ver artículo)
Tarde te amé, Oh Belleza siempre antigua, siempre nueva. Tarde te amé. Te he conocido, y he tenido hambre y sed de Ti. Tú me has tocado, y he sido encendido por tu paz. (San Agustín) (ver artículo)
No hay mejor manera de experimentar al buen Dios que encontrarlo en el perfecto sacrificio de la Misa.
San Juan Diego, estrella maravillosa de Dios. Santidad comprobada desde tu nacimiento, modelo insigne de humildad y pureza, rectitud y sencillez marcaron tu vida (ver artículo)
Nacido en Tréveris, hacia el año 340, de una familia romana, hizo sus estudios en Roma, y comenzó una brillante carrera en Sirmio. El año 374, residiendo en Milán, fue elegido, de modo inesperado, obispo de la ciudad, y ordenado el 7 de diciembre. (ver artículo)