El exorcista italiano quedó asombrado, pero continuó orando y mencionando a la Virgen de Guadalupe.(ver artículo)
El exorcista italiano quedó asombrado, pero continuó orando y mencionando a la Virgen de Guadalupe.
"Un día me llamó el obispo y me dijo que había pensado que yo fuera el exorcista. Me quedé un poco sin palabras".
(ver artículo)