Jesús nos espera con ansia ansiosa. Y anhela derrocharse en nosotros. Siempre se desborda y llena los vasos vacíos que esperan su Gracia.(ver artículo)
Jesús nos espera con ansia ansiosa. Y anhela derrocharse en nosotros. Siempre se desborda y llena los vasos vacíos que esperan su Gracia.