El odio recorre estaciones como los celos, la envidia, las murmuraciones, la depresión, la desesperación. Cuando odiamos a alguien, perdemos totalmente de vista nuestra historia, y nuestro futuro. (ver artículo)
El odio recorre estaciones como los celos, la envidia, las murmuraciones, la depresión, la desesperación. Cuando odiamos a alguien, perdemos totalmente de vista nuestra historia, y nuestro futuro. (ver artículo)
La trágica muerte del hijo de Romano y Silvana les sumió en un abatimiento, pero la Reina de la Paz los "resucitó"
El Señor nos dijo que cuando quisiéramos orar, debíamos cerrar la puerta de nuestra habitación y, a solas, hablar con El...
¡Piedad, Hijo de David, ten piedad de mí! Una y otra vez, el grito sacude a hombres, bestias, arboles y hasta a las rocas. ¡Piedad, Hijo de David, ten piedad de mí!
En estas páginas se intenta analizar las tinieblas que, en ocasiones, se mezclan con la acción de Dios a través de los hombres.
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