Te pedimos tus hijitos, nos regales el don de la Fe, una esperanza sin par, verdadera humildad y la perfecta caridad, inspirada en el seno mismo de la Santísima Trinidad... (ver artículo)
Bienaventurada Virgen María, por la gracia que hallaste ante el Señor, por las prerrogativas que mereciste y por la misericordia que engendraste, escucha nuestros ruegos... (ver artículo)
Nuestra madre, la Virgen María, a lo largo de un siglo ha dado muestras de su cercanía y protección. Siempre con un mensaje que nos lleva al corazón de su Hijo, Jesús. (ver artículo)