Acompañar a un hijo al Cielo

La gracia de Dios transforma nuestras vidas y nos llena de amor y fortaleza en aquellos momentos más duros de nuestras vidas. “No tengáis miedo” (San Juan Pablo II)

Callar es amar

Señor, hazme manso, prudente y humilde. Dame la fortaleza para callar, esperar y confiar en Ti. Enséñame a hacer pequeños sacrificios interiores que agraden a Tu Corazón Amante.

San Ambrosio

Nacido en Tréveris, hacia el año 340, de una familia romana, hizo sus estudios en Roma, y comenzó una brillante carrera en Sirmio. El año 374, residiendo en Milán, fue elegido, de modo inesperado, obispo de la ciudad, y ordenado el 7 de diciembre. (ver artículo)

El crimen del siglo

No tenemos forma de detener con nuestros esfuerzos individuales este crimen que se multiplica y avanza como una marea sangrienta, salvo nuestra oración permanente.