La madre de Dios lo aceptó todo con mucha humildad. Los Reyes llevaban a la cintura cinturones de los que colgaban bolsas y cadenitas con cajitas doradas (ver artículo)
Poderosa y majestuosa se eleva hacia el cielo luminoso la cima rocosa del Monte Gargano, dominado con soberbia y se vio al Arcángel Miguel (ver artículo)
Dice María: "Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor... Considera mis angustias y mis lágrimas" (ver artículo)
¡Bienaventurados aquellos que te aman y se alegran de tu paz!”, pienso que es profecía no ya de la Ciudad Santa, sino del destino de mi criatura (ver artículo)
Dame la fe señor, La fe de María. Para decirte sí, un sí sin medidas. Dame la fe señor, la fe de María. Para renunciar a mí y entregarte mi vida mi vida. (ver artículo)
La Madre de Dios, en persona, le enseñó a Sto. Domingo a rezar el rosario en el año 1208 y le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe. (ver artículo)
La Virgen María se aparece a seis niños el 24 de junio de 1981, en un país dominado por el comunismo ateo. En medio de una persecución política a la fe Católica de un pueblo rural sufrido y empobrecido. (ver artículo)
Escrito varios siglos atrás, el Tratado tiene la frescura del texto nuevo. Él supo resumir y compendiar el misterio de la Madre de Dios. (ver artículo)