Dios, en Su infinito amor, nos regala momentos parecidos a lo que ocurrió en el Monte Tabor. No nos quedemos allí, bajemos y vayamos al mundo a dar testimonio de Su amor. (ver artículo)
Para navegar en este mundo, necesitamos adaptarnos a las cambiantes condiciones que este mundo-mar tumultuoso nos propone cada día. Una vela, una brújula y un ancla serán imprescindibles... (ver artículo)
El Señor nos mira, nos ve todo el tiempo. ¡No podemos engañarlo! Pensemos en nuestros más profundos sentimientos, cuando actuamos en el llano de nuestra vida. (ver artículo)
Es Dios el que decide otorgar la gracia, no es el hombre el que con su habilidad, inteligencia o esfuerzo logra acceder al mundo sobrenatural. (ver artículo)
Santo temor de Dios, sé mi brújula cada día. Ahuyenta los falsos temores del mundo, dame la fortaleza necesaria para no tener miedo alguno a los avatares de mi vida... Lléname de Ti, Señor. (ver artículo)
La Eucaristía es el centro de nuestra vida, donde Cristo se hace uno con todos nosotros, y no podemos perder la oportunidad de dejar que Él nos transforme... (ver artículo)
Arráncale una sonrisa a Jesús, de ese Rostro que puede iluminar las noches de oscuridad de muchas almas, desesperadas y dolientes. Luz que surgirá de Sus Ojos y consolará los corazones que esperan. (ver artículo)
En muchas ocasiones me pregunto qué siente Jesús en estos tiempos cuando nos mira a los cristianos, que somos Su pueblo nacido después de la Resurrección. (ver artículo)
Buscamos permanente, aunque aveces no sabemos bien qué buscar. Nos perdemos en los laberintos del mundo, confundidos y somos incapaces de comprender cuál es el sentido de nuestra propia existencia... (ver artículo)