Con el paso de los años, he comprendido que Jesús me trazó este camino, no puedo ya ver mi vida sin advertir una Mano invisible que la guía. ¡Es que es tan extraña la vida!
Uno mira hacia atrás, y ve (ver artículo)
Meditaciones
Los auyentarebaños

Este calificativo popular lo he escuchado alguna vez, y se refiere a aquellos que tienen ese extraño talento de convencer a la gente de que la Iglesia no es un buen lugar donde ir con frecuencia. Ustedes pensarán que dichas personas se consideran a (ver artículo)
La Nave insignia

z¡Oh América! Pese a todos los problemas que la aquejan, es la reserva de amor por Jesús, amparada en el amor a Maria.
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Bienaventurados

Así fue en Belén, más de dos mil años atrás. Una pareja pobre y callada avanzaba con un pequeño burrito que golpeaba con sus pezuñas las piedras del sendero.
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Los que ignoran lo bueno
Niños maltratados, golpeados, sometidos a sufrimientos morales y físicos de toda clase, que crecen creyendo que así es la vida, desconocedores de toda cosa que no sea el sufrimiento. Algunos abusados sexualmente por sus propios padres, hermanos o (ver artículo)
Como fue con los profetas

El Señor nos envía mensajero tras mensajero, y nosotros, hacemos en gran medida oídos sordos, pero aún estamos a tiempo de cambiar. ¡Escuchemos su mensaje!
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Codigo Da Vinci – veneno para las almas

Recientemente hemos disfrutado de una ola que arrasó el mundo: los efectos de la película "la Pasión". Casi cuesta creer que en medio de tantas piedras y espinas que invaden a los medios de comunicación, y particularmente al cine, haya crecido una (ver artículo)
El Papa de mi generación

Fue un hombre fuerte, un guerrero con una sonrisa a flor de labios, porque sus armas fueron las del amor expresado a través del Evangelio
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¡Explosión de Santos!

Cada santo representa un distinto modelo de camino, de llegada a la santidad que Dios espera de nosotros. Cristo nos mostró en Su Naturaleza Humana la perfección que Su Naturaleza Divina le infundió. (ver artículo)
Turistas espirituales

Se busca a Dios, no al milagro. Se busca al Señor de los milagros, no a los milagros del Señor. Se busca el espíritu, Dios decide cómo trabajar el alma entonces.
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