El dueño del mundo

Podemos y debemos unirnos a la Iglesia que invita a todos los hombres y mujeres de buen corazón, a volver al Amor de Dios, a gozar de la Paz que da sentirse en paz con el Creador... (ver artículo)
La formula es entonces simple, es una sociedad perfecta: la parte humana se esfuerza, y abre las puertas a la Gracia que Dios derrama abundantemente sobre el alma que trabaja. (ver artículo)
Desde su nacimiento, Argentina es de María. ¿Cómo dudarlo? Miremos nuestra bandera, esa franja blanca en el centro no puede ser más que el cuerpo Puro e Inmaculado de Ella, envuelto por el Manto celeste. ¿Y que podíamos encontrar en el centro, sino (ver artículo)