San Esteban nos enseña a aprender estas lecciones, nos enseña a amar la cruz, pues es el camino por el que Cristo se hace siempre presente de nuevo entre nosotros. (ver artículo)
Nuestra Señora no está presente en todas las fases del juicio, pero antes de que se pronuncie la sentencia, Ella le suplica a su Hijo, como abogada defensora. (ver artículo)
Cuando miras a la Madre, entonces, ves en realidad al Hijo. Porque el Hijo hizo a la Madre, para que la carne de la Madre forme la Carne del Hijo. (ver artículo)
Presbítero, que, lleno de espíritu sacerdotal, vivió entregado en París, en Francia, al servicio de los pobres, viendo el rostro del Señor en cada persona doliente. (ver artículo)
Te entrego, Virgen Niña, mi corazón para que lo presentes a Jesús. Por el amor y complacencia con que te aceptó, cuando te consagraste a Él. (ver artículo)